Profecías Arias
Nace en el seno del siglo VI, una herejía teológica de capital importancia para cualquier buen estudioso del esoterismo ario. Llamada arrianismo, esta doctrina procede del heresiarca Arrio, obispo de Alejandría. Sus preceptos básicos consistían en asegurar que Jesús era un hombre, de naturaleza exclusivamente humana, aunque fuera un profeta de Dios. Y que la Trinidad no era una, sino un conglomerado de tres entidades distintas y con diferente grado de divinidad. Esta doctrina, cercana en sus conceptos al paganismo clásico, propio del espíritu ario, conlleva un nombre que incluso nos recuerda a los mismos pueblos arios; arrianismo.
Los principales seguidores del arrianismo, apropiadamente, eran los godos. Una de las tribus germánicas más poderosas y fuertes. Divididos en dos ramas; los ostrogodos que conquistaron la península itálica. Y los visigodos, que gobernaron la península ibérica. Y su lenguaje, alfabeto y arquitectura, conocidos como góticos, siguen siendo hoy simbolismo quinta esencial del más renombrado estilo.
El Concilio de Nicea, y los cuatro posteriores concilios, condenaron el arrianismo y persiguieron a los arrianos. Sobrevivió entre los godos hasta el siglo VII, para luego ser erradicado. Esta doctrina, al igual que el monotelismo, representan los esfuerzos del alma aria y sus arquetipos de surgir a la luz en medio de la judeocrática Iglesia Católica.
El monotelismo es una herejía que consideraba a Jesús un avatar. La encarnación misma de Dios, en la tierra, y de naturaleza exclusivamente divina, sin parte humana. Esta doctrina acerca la imagen de Jesús a Krishna, Buda y otros avatares orientales. Era seguida por los antiguos cristianos gnósticos (herederos de los esenios), y persiste aún hoy como teología oficial de la Iglesia Copta. Esta iglesia, la primera en desligarse de Roma (luego seguida por la Iglesia Ortodoxa Oriental y la Reforma Protestante), tiene hoy su sede en El Cairo, Egipto, y seguidores dispersos a lo largo del Medio Oriente. Su lengua litúrgica, el copto, es directamente derivada del egipcio, y muy similar a esta lengua (copto significa egipcio en griego). Hoy son el 10% de la población egipcia, y sufren una fuerte persecución por parte del gobierno árabe e islámico que los acecha.
Fuera de los cristianos coptos, todo esfuerzo herético del espíritu ario por prosperar en medio de la oscura noche del catolicismo judaico, fue exterminado por la curia vaticana. Los cátaros, los templarios, los bogomilos, los albiguenses, los maniqueos, los rosacruces clásicos. Todos son perseguidos y erradicados por la Iglesia Católica Apostólica Romana y Judía.
No hay diferencia entre la Iglesia Católica y la Sinagoga de Satán.
Pero no será así por siempre. El emperador romano Juliano el Romano (así lo llamaban los paganos), ó Juliano el Apóstata (como lo llamaban los cristianos), famoso filósofo y devoto pagano (como casi todos los filósofos clásicos). Fue el último emperador romano de credo pagano. Decretó la libertad de culto, permitiendo la práctica de todas las religiones. Pero intentó reforzar el paganismo, conformando una Iglesia Pagana, tan organizada como la cristiana. Su corto reinado duró poco, de 361 a 363. Aunque nunca atacó al cristianismo, su lealtad a la nación romana y su religión le costaría caro. Se ganó el temor y el odio de los cristianos intolerantes, que, conscientes de que una iglesia pagana organizada podría debilitar su incipiente secta. Además, los fines del Demiurgo y sus acólitos judíos estaban contra él. Juliano el Romano murió asesinado por un cristiano. antes de morir tuvo un sueño profético; ...vio el águila imperial de Roma que volaba hacia Oriente y se refugiaba por casi dos milenios en las montañas más altas del mundo. Luego volvía a Occidente con un símbolo sagrado entre sus garras y el imperio la aclamaba.
La muerte del emperador filósofo Juliano recuerda la muerte de una mártir, la filósofa Hypatia, una de las mejores matemáticas y filósofas de la historia, una gran y poderosa mujer. Pagana devota, que predicó el paganismo y la filosofía. Amada por el pueblo de su natal Egipto, y seguida por grandes y poderosos. Hypatia es secuestrada, violada, humillada, torturada y despellejada viva por una turba furiosa de cristianos fundamentalistas liderados por San Cirilo, obispo alejandrino que luego fuera canonizado.
De ser real esta profecía, simbolizaría el regreso del paganismo ario clásico en un futuro cercano. Desde Niezstche hasta Hitler, el arquetipo ario pagano busca revivir. El Tercer Reich era en todo su simbolismo, un imperio pagano. Por supuesto que las expresiones neopaganas que imperan hoy, como la Wicca y la Thelema, son sucias y repulsivas degeneraciones. Creadas por masones y degenerados sexuales, promotoras del universalismo, del sodomismo y del feminismo. Quizás los líderes de la Gran Conspiración, conscientes de que la Iglesia Católica (su arma ulterior), colapsa y se tambalea débil y apunto de disolverse, y a sabiendas de las profecías que hablan sobre el regreso del paganismo. Toman la precaución de crear una nueva Iglesia Pagana judaizada, con la cual perpetuar su dominio eclesiástico sobre los pueblos arios. En forma similar a como se adueñaron de la Masonería, de la Rosacruz y demás expresiones arias esotéricas, convirtiéndolas en sus esclavas.
El genial psicoanalista ariosófico Carl Gustav Jung, estudioso del tarot, las runas y el paganismo arquetípico, tuvo un sueño profético en el que vio al mundo destruido por el fuego (¿la guerra nuclear?). Las profecías del Ragnarok (ó Crepúsculo de los Dioses), un texto sagrado de los antiguos paganos nórdicos, nos hablan del fin del mundo.
Cuando los dioses del Asgard pidieron a los enanos que forjaran una cadena irrompible para atar al malévolo Lobo Fenris (una bestia gigante hijo del dios Loki), sabían que no sería fácil engañar al monstruo. Engañaron a Fenris diciéndole que querían probar la cadena con la fuerza de él, y que luego lo desatarían. Fenris, desconfiado, aceptó a cambio de que algún dios metiera su mano en su hocico. El valiente dios Tyr, dios de la justicia y la legalidad, aceptó. Cuando se negaron a desatar a Fenris, esté le arrancó la mano con sus fauces.
Luego, llegaría el dios del amor, Bálder, quien enamoraría a la diosa Freya. Freya hizo prometer a todos los seres que no lastimarían a Bálder. Bálder se volvió tan invulnerable que los demás dioses le lanzaban lanzas por diversión. Entonces, Loki, el dios del mal, descubrió que Freya olvidó hablar con el muérdago. Engañó al dios ciego Hod, para que atacará a Bálder con una flecha con muérdago. Bálder muere. Los dioses descienden a los infiernos gobernados por la diosa Hel, hija de Loki, para que libere a Bálder. Ella lo hace a cambio de que todos los seres lo lloren. Todos los hacen salvo Loki disfrazado, así que Bálder continuaría muerto.
Los dioses se vengan de Loki atándolo a una piedra y torturándolo con venenos. Pero, está profetizado que para el fin de los tiempos, Loki se liberará. Y tras él, se librará de sus cadenas Fenris. Y los malignos gigantes que son mantenidos lejos de nuestra dimensión por el martillo de Thor, el Mjollnir, penetrarán comandados por Loki. Hel liberará los espíritus de los muertos que lucharán al lado del diabólico ejército de monstruos de Loki, contra los dioses y los hombres. Odín será devorado por Fenris, Thor mata a la serpiente gigante del Infierno, y muere envenenado. Tyr mata a Fenris y muere. Loki y todas sus huestes mueren. El Gigante de Fuego cubre al mundo en un holocausto ígneo (similar al profetizado por el sabio persa Zarathustra, que habla de una serpiente gigante y un mar de fuego que destruyen a la humanidad). Bálder se libera y gobierna el Universo de allí en adelante, al lado de los pocos dioses y humanos sobrevivientes.
El Lobo Fenris, la Serpiente del Fin del Mundo predicada en el zoroastrismo, el Jaguar Gigante que según los mayas se liberaré en el fin de los tiempos. La Gran Bestia del Apocalipsis. Todas las culturas cuentan la misma historia de caos y destrucción finales.
Antes del regreso de los dioses paganos que fue vaticinado por el emperador Juliano el Romano. Ocurrirá el Reino del Anticristo, el gobierno de la Bestia, y un armagedón, probablemente nuclear.
¿Quién es la Bestia? Desde el homosexual misógino de Saulo de Tarzo, alias Pablo el Apóstol, quien judaizó el cristianismo, hasta Anton Zsandor LaVey, fundador de la Iglesia de Satán y que era de origen judío. Desde el sanguinario asesino caníbal Jack el Destripador, que descuartizó a tantas mujeres, y que era judío y masón según los indicios policiales de la época (entre ellos, símbolos cabalísticos y masónicos en la escena del crimen, y el hecho de que los masones en altos puestos jerárquicos policiales y políticos entorpecieron la investigación como se denunció), hasta David Berkowitz (el Hijo de Sam) y el más grande asesino serial de la historia, Harold Shipman, el Doctor Muerte, todos fueron judíos. Desde los Tres Chiflados, promotores de la violencia y el fratricidio, hasta las carniceras tropas israelíes masacrando palestinos. Desde el creador de la Bomba Atómica, Albert Einstein, hasta el genocida Ariel Sharon, primer ministro del Estado de Israel, que tiene un fuerte arsenal nuclear, todos son judíos...
La Bestia no es otra que Sión.
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