viernes, 25 de octubre de 2013

Así escapó Hitler...



Hitler escapó:


El cadáver de Hitler nunca se encontró y no hay ninguna prueba concluyente de que muriera en Berlín. Esto ha sido el origen de diferentes historias y de muchos rumores sobre una pregunta que millones de personas se han hecho y aún hoy se hacen: ¿Escapó Hitler de Berlín?
La versión oficial siempre ha sido que se suicidó, junto a su esposa Eva Braun, en el bunker de la Cancillería de Berlín, Hitler de un disparo y Eva Braun tomando cianuro. También existe un libro titulado Yo quemé a Hitler (Ich habe Adolf Hitler verbrannt), escrito por Erich Kempka. La historia oficial del suicidio de Hitler se fundamenta en los testimonios contradictorios y parciales de tres hombres de la SS, que estuvieron a su servicio durante una década y quienes afirmaron haber visto su cadáver.
Por el contrario, el hitlerismo esotérico sostiene que Hitler nunca murió en Berlín, sino que huyó y murió a una edad avanzada.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se han presentado al público varias fotografías del supuesto "cadáver de Hitler"; en algunas aparece quemado y en otras sin lesiones aparentes. Resulta bastante raro y contradictorio el hecho de que algunas de las imagenes hayan sido fotografiadas, según la versión oficial, por los mismos alemanes que, según esta versión oficial, intentaban hacer desaparecer el cuerpo del Führer para esconder su muerte. ¿Se trataba de dejar "pruebas" falsas que hicieran creer en la muerte de Hitler en Berlín?
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, aparecieron muchas informaciones, a veces contradictorias, sobre el destino de Hitler. Algunos periódicos publicaron cosas tan dispares como que Hitler estaba escondido en un monasterio de budistas tibetanos, que había huído a España o que utilizó un submarino para llegar a Suramérica o a la Antártida.
Según el escritor Patrick Burnside, Hitler sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, se evadió de Berlín en un avión jet y desde Noruega se embarcó con sus seguidores en un convoy de U-Boote viajando hasta la costa patagónica de la Argentina, donde, en la falda de los Andes, vivió tranquilo por casi 15 años. Sólo en la Argentina hubo cuatro testigos que afirmaron que se toparon con Hitler entre los años 1945 y 1957.
Por otro lado, Stalin nunca creyó que Hitler muriera en Berlín. Tras la guerra, en la famosa Conferencia de Potsdam con Churchill y Truman, le informó a su colega americano que Hitler había escapado. Cuando el presidente americano Truman le preguntó a Stalin si Hitler estaba o no muerto, Stalin respondió: "No. El mariscal Gregory Zhukov, cuyas tropas ocuparon Berlín en 1945, declaró después de una concienzuda y larga investigación: 'No hemos encontrado ningún cadáver que pudiera ser el de Hitler'".
También es significativo el hecho de que los norteamericanos interrogaran durante muchas horas al almirante Dönitz, el almirante de la flota alemana de submarinos, repitiéndole insistentemente la misma pregunta: ¿A donde ha llevado Vd. a Hitler? También las tripulaciones de algunos submarinos alemanes, que se rindieron pocos días tras el fin de la guerra, fueron interrogados sobre "el escondite de Hitler".
Y los aliados preguntaron a Dönitz con razón, puesto que el mismo Dönitz había declarado durante la guerra lleno de orgullo: „Die deutsche U-Boot Flotte ist stolz darauf, daß sie für den Führer in einem anderen Teil der Welt ein Shangri-La gebaut hat, eine uneinnehmbare Festung“, cuya traducción fiel es: "La flota alemana de submarinos está orgullosa de haber construido para el Führer, en otra parte del mundo, un Shangri-La, una fortaleza inexpugnable".
En la década de los 50 corría el rumor de que Hitler había conseguido escapar a una base secreta del III Reich en el Polo Sur. En 1952 Dwight D. Eisenhower dijo: "Hemos sido incapaces de descubrir ni una sola evidencia que pruebe la muerte de Hitler. Mucha gente cree que Hitler escapó de Berlín".
El jefe del consejo americano en la revanchista parodia de juicio de Nürnberg, Thomas J. Dodd dijo: "Nadie puede decir que [Hitler] esté muerto". El General Mayor Floyd Parks, comandante general del sector americano en Berlín, añadió que él mismo se encontraba presente cuando Zhukov entraba en Berlín, y éste declaró que pensaba firmemente que Hitler podría haber escapado. Lt. Gen. Bedell Smith, jefe del Estado Mayor del general Eisenhower en la invasión sobre Europa, y más tarde, director de la CIA, declaró públicamente el 12 de octubre de 1945: "Ningún ser humano puede decir de forma concluyente que Hitler esté muerto".
Los aliados permitieron que fuera el Ejército Rojo el que asediera y tomara finalmente Berlín. Una victoria completa hubiera significado la captura de Hitler, a quien Stalin quería vivo, como traidor del pacto de no-agresión que ambos firmaron en 1941. A un batallón especial de la Smersh se le ordenó tal captura pero cuando llegaron al búnker, sólo encontraron los cadáveres de Goebbels, su mujer Magda y sus seis hijos, todos envenenados con cianuro para evitar su captura por las tropas soviéticas.
El coronel W. J. Heimlich, anterior jefe de los servicios de inteligencia de los EE.UU. en Berlín, declaró que él estaba a cargo de determinar lo que le había pasado a Hitler, y tras una cuidadosa investigación, su informe decía: "No hay evidencia que pruebe la teoría del suicidio de Hitler". También afirmó que: "En base a la presente evidencia, ninguna empresa de seguros de vida en Estados Unidos pagaría la prima por Adolf Hitler". 
 

 "pero ahi quedaba la interrogante si esa ficha dental era realmente de Hitler" otro problema es que hitler no tenia un diente suyo, su higiene era lamentable por lo que tenía la boca podrida y casi todas las piezas sustituidas por dientes de oro (seguro que robado ha algun judio para redondear la jugada) así que no veo dificil que se falsificara la dentadura de hitler.
Eran muy credulos de la astrología, por eso los aliados tambien usaron astrologos para deducir que le estaban diciendo sus colegas a los nazis (fechas propicias para atacar y todo eso) el problema es que no hay dos astrologos que digan lo mismo
 Segunda parte...... 
 

El juez del proceso-parodia de Nürnberg Michael Mussmanno publicó en su libro Diez días para morir: "Rusia debe aceptar la culpa de que Hitler no muriera en 1945". Sin embargo, Mussmanno declaró que él había entrevistado al camarero personal de Hitler, a su chófer, sus dos secretarias, pilotos, generales, etc., y todos estaban perfectamente de acuerdo en una cosa: Hitler se suicidó. 
 

Dos días después de que los soviéticos tomaran Berlín, no hallaron en el búnker ni a Hitler ni sus restos. Más tarde, hallaron un cadáver cuyo rostro era casi idéntico al de Hitler. Lo cotejaron con fotos, midieron su estatura y parecía él. Sin embargo, hicieron firmar en un papel al personal que quedaba en el búnker si el cadáver hallado correspondía al del Führer. Al final resultó ser el de un doble de Hitler.
Los rusos alegaron haber descubierto, en su momento, varios cuerpos medio enterrados con las características de Hitler, los llamados "Doppelgänger" del Führer. Algunos creen que tenía varios de estos "dobles" y que uno de ellos fue el que murió en el famoso atentado explosivo en su contra en 1944, del que Hitler "sobrevivió milagrosamente", según se dijo.
El oficial soviético Anatoli Klimenko, por ejemplo, uno de los principales encargados de la toma del Reichstag el 9 de Mayo de 1945, declaró que el cadáver supuestamente perteneciente a Hitler calzaba medias tejidas de lana, que el Führer siempre se negó a utilizar en vida, pues las detestaba.
Por su parte, el mariscal Zhukov negó públicamente la versión oficial rusa de haber encontrado con seguridad el cuerpo de Hitler. Sobre el verdadero paradero de Hitler, declaró: "Mi opinión personal es que se encuentra en algún punto de Europa, tal vez en España".
Hitler, un hombre sumamente inteligente, podría haber orquestado un gran montaje sobre su muerte, si así lo hubiera deseado. Al fin y al cabo, era el Führer de Alemania y tenía todos los medios y recursos a su alcance para hacerlo. Por eso, de haber efectivamente escapado, es verosímil que creara un mito sobre su destino, con el fin de evitar que nadie pretendiera buscarle. Algunos autores hablan de que el supuesto cadaver que se quemó en Berlín era realmente el de uno de sus dobles. Las declaraciones de los testigos que afirmaron haber quemado su cadáver podrían o bien estar equivocadas (quemaron un cadaver, pero ¿el de Hitler?) o bien ser falsas, mintiendo por el Führer. Es incluso posible que se aleccionara a todas las personas susceptibles de ser interrogadas al respecto sobre lo que debían declarar, y también es posible que se les hiciera creer premeditadamente a todos ellos que Hitler se suicidó. Estas sospechas se basan fundamentamente en el hecho de que, aunque la historia del suicidio al principio sonaba convincente, no se puede olvidar que todos eran absolutamente partidarios y fieles a Hitler. 
El que fue secretario de estado de EE.UU. Jimmy Byrnes, en su libro Frankly Speaking, escribe: "Cuando estaba en Potsdam en la reunión entre americanos, británicos, rusos y franceses, Stalin dejó su silla para brindar conmigo, cuando le pregunté sobre su teoría acerca de la muerte de Hitler". Stalin dijo: "No está muerto: seguro que escapó a España o Argentina".

El número de la revista The Plain Truth de Junio del 52 se titulaba «¡Hitler puede estar vivo!». El artículo revelaba que en 1940 el Reich Alemán comenzó a trasladar un ingente número de maquinaria al Polo Sur con el objeto de construir en un continente desconocido una estación secreta, un nuevo Berchtesgaden para el Führer.
El informe continuaba explicando cómo los técnicos vaciaban un monte entero en la Antártida para construir un nuevo refugio completamente camuflado, en un continente más grande que Europa a 9.000 Km de África, 3.000 Km de la Tierra de Fuego en Sudamérica y 7.000 Km de Australia.
 Tercera y ultima parte ahora si lo del craneo de hitler...... 
 

Hacia el quinto día de la caída de Berlín, se encontraron unos restos calcinados envueltos en tela en el jardín del búnker. Se formó una comisión de médicos, denominada comisión Autopsia para estudiar tales restos. Analizando la dentadura de Hitler y comparándola con la dibujada por el ayudante de su dentista personal, ambas coincidían a la perfección. Al final la autopsia estuvo amañada.
La revista Bonjour y el parisino Le Monde tenían artículos sobre la huída de Hitler al Polo Sur. El almirante Doenitz en 1943 declaraba: "La flota de submarinos habrá amarrado en algún punto del Polo, en algún punto paradisíaco". Aunque no decía dónde, Bonjour señalba que en 1940 ingenieros nazis habían comenzado la construcción de edificios capaces de soportar temperaturas de 60 grados bajo cero.
Por otra parte, es cierto que los archivos sobre Hitler, que están en manos de los rusos, siguen clasificados y como uno de sus secretos mejor guardados, casi 60 años después.
Los restos de lo que se pensaba eran Hitler y Eva Braun fueron enterrados en un bosque cercano a Buch, y al final fueron inhumados en la ciudad de Magdeburgo. Lo que es cierto es que ambos cadáveres fueron enterrados y exhumados sucesivamente por las Smersh por lo menos en unas tres o cuatro veces, siempre de noche.
En el programa As it happens del 17 de septiembre de 1974 en la Televisión Canadiense, el Dr. Ryder Saguenay, cirujano dental de la UCLA, dijo que Hitler había ordenado un avión especial (posiblemente un Arado Ar-234) para abandonar Berlín con todos los registros médicos y dentales y radiografías de los más altos dirigentes nazis hacia un destino desconocido. De ahí que los registros dentales que se usaron para identificar el posible cadáver de Hitler se sacaran de la memoria de un asistente dental de Hitler que más tarde desaparecería.
Con la Glasnost en Rusia y al principio de los 90, los protagonistas de la Smersh que participaron en los enterramientos y desenterramientos de Hitler decidieron contar su secreto al mundo. Fueron conducidos de Rusia hasta Alemania y señalaron el punto exacto del último enterramiento del Führer. Pruebas realizadas con un radar terrestre localizaron dos objetos anómalos en el subsuelo, en el mismo sitio donde señalaron los ex-oficiales rusos, hoy un abandonado taller de coches. Las excavaciones que se llevaron a cabo tan sólo dieron con un hueso, y no parecía ser humano.
El editorial del diario Zig Zag del 16 de enero del 48 de Santiago de Chile aporta nuevas evidencias. El 30 de abril de 1945, el capitán de aviación Peter Baumgart llevó en avión a Hitler, su esposa Eva Braun y unos cuantos leales del aeródromo de Tempelhof al de Tondern en Dinamarca. Desde allí tomaron otro avión hasta Kristiansund en Noruega, desde donde embarcaron en un convoy de submarinos hacia rumbo desconocido.
En 1993, en uno de los archivos de la KGB en Moscú, se permitió filmar por primera vez, y con un permiso oficial, uno de sus secretos mejores guardados. Cuidadosamente envuelto en un papel, mostraban al mundo restos de lo que dicen es el cráneo de Hitler. En el cráneo aparece un orificio de bala, según el cual Hitler se habría disparado en la boca, pero la historia oficial es que Hitler se disparó en la sien... Por otro lado, ¿por qué los rusos mostraron tan sólo un fragmento de cráneo? Una prueba de ADN solucionaría con casi total certeza las dudas sobre si ese fragmento de cráneo es o no de Hitler. Si los rusos afirman su autenticidad, ¿por qué no se comparan las muestras de ADN de ese fragmento con muestras del ADN de parientes de Hitler muertos?
Lo que a Hitler sí que le importaba y sí que quería evitar a toda costa es que se produjeran hechos como los que le ocurrieron a Mussolini y Clara Petacci una vez muertos, cuando sus cuerpos fueron llevados al Duomo de Milán y allí estuvieron colgados varios días y noches para que todo el que pudiera acercarse escupiera.
La existencia de planes de huída está clara con sólo tener en cuenta a una figura tan clave como desconocida de la Segunda Guerra Mundial: el General de la SS Heinrich Müller, jefe durante todo el tiempo de la Amt IV (Gestapo) y a quien por eso se conocía coloquialmente como Gestapo Müller. El o los planes que hubiera para una posible huída de Hitler seguro que estaban bajo su directo control, y hasta posiblemente diseñados por Gestapo Müller. Se sabe de él que estuvo en Berlín y que visitaba la Cancillería con regularidad hasta Marzo de 1945 cuando, como por arte de magia, desapareció de la faz de la Tierra y nunca jamás se volvió a saber de él. Él es, exceptuando al propio Hitler, el más alto jerarca del Nacional-Socialismo al que ni Weissman, ni la CIA, ni el Mossad, ni la KGB jamás echó el guante. Parece por tanto razonable pensar que Heinrich Müller y Adolf Hitler huyeron junto a un número indeterminado de fieles (como por ejemplo Eva Braun).
Para más información acerca de este tema, consulte el sitio web http://www.hitlers-escape.com/ 
 

Es bastante conocido que Hitler anduvo buscando los "objetos de poder". Instrumentos como la lanza de Longinos (la del soldadito romano que lanzó a Cristo en la Cruz), el Santo Grial (como anécdota tengo leído que lo anduvo buscando por ¿Montserrat o Monsteny? en CAtaluña) o el Arca de la Alianza entre otros, que le aseguraran una ventaja a la hora de pelear puesto que supuestamente lo hubieran hecho invencible. Cuando he leído el título de exoterismo hitleriano pensaba que iban por ahí los tiros.
También me gustaría decir que muchos de los lugartenientes de Hitler eran sacerdotes exotéricos o que algunos adoraban a dioses nórdicos, otros a un antiguo dios germánico "Wotan". Otros podrían ser seguidores de la Golden Dawn, una organización iniciática de la cual bebe también LaVey, padre del satanismo moderno. 
 

120 submarinos desaparecidos: 
 

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial permanecen desaparecidos unos 120 submarinos alemanes de los que no se ha vuelto a saber nada. No fueron declarados hundidos, ni se rindieron nunca a los aliados ni a autoridad de país alguno. En los archivos, la explicación sobre su paradero es siempre "asunto no aclarado".
Los aliados descubrieron tras la guerra extrañas irregularidades en los archivos de la Kriegsmarine, como lo demuestra el hecho de que algunos submarinos de última generación llevaban la numeración de submarinos anticuados. Debido a estas inexplicables irregularidades (muy en contra del minucioso espíritu alemán), nos surge otra pregunta: ¿Es posible que la cifra de 120 submarinos sea inferior al número real de submarinos que desaparecieron? ¿Pudieron los alemanes haber construido submarinos que oficialmente "no existían" y que por ello nunca fueron regristrados?
Fuera como fuese, ¿cuál fue el destino de más de cien submarinos alemanes? Según el hitlerismo esotérico, el destino de estos submarinos, de muchísimos miles de alemanes que sencillamente "desaparecieron", de muchos científicos alemanes y sus familias, así como el destino de Hitler, Eva Braun y otros leales fue la base del Tercer Reich en la ANTÁRTIDA: NEUSCHWABENLAND.
Es cierto que la mayoría de los submarinos alemanes fueron hundidos en el transcurso de la guerra, pero cada vez que un submarino era hundido se registraba minuciosamente el lugar (latitud y longitud), fecha y hora y por quién había sido hudido. Y éste no fue el caso de ninguno de los submarinos de que hablamos.
En los años posteriores a la guerra, se produjeros muchos informes de gente del mar que aseguraba haber visto "submarinos fantasma"... Se trata de los OSNIs u "Objetos Submarinos No Identificados", en analogía con los OVNIs.
¿Pero qué se sabe de los submarinos alemanes de última generación? De igual forma que el Tercer Reich desarrolló sus "aviones circulares" de propulsión no convencional, debemos pensar que aplicaran esa misma propulsión no convencional a sus ingenios submarinos.
Si admitimos que los alemanes construyeron una gran fortaleza en la Antártida, que nunca fue tomada, entonces tenemos que admitir también que los alemanes contaran con supersubmarinos, capaces de transportar mucha más carga y a mucha mayor velocidad que los submarinos convencionales. Para los planes del Reich alemán era de vital importancia contar con tales supersubmarinos.
El extraño caso de dos submarinos en el Mar de la Plata
En 1945, varios meses después de terminada la guerra, llegaron hasta las costas argentinas de Mar del Plata un par de submarinos alemanes de última generación, capaces de permanecer hasta seis meses sumergidos, y cargados de más hombres de los que necesitaría cualquier misión usual. Transportaban una curiosa carga de cigarrillos, a pesar de que ninguno de ellos fumaba (como es tradicional entre los austeros oficiales de este tipo de naves). Los submarinos llevaban mucho tiempo en el mar, lo que es más extraño aún. La tripulación no pudo explicar satisfactoriamente su presencia en estas aguas australes ni por qué las naves estaban falsamente clasificadas con las series U-530 y U-977, correspondientes en realidad a dos viejos submarinos que en los archivos navales de la Marina Alemana aparecían incluso en reparaciones, de modo que la adulteración era una clara muestra de que se trató de ocultar la desaparición de estas naves.
Los norteamericanos enviaron en tiempo récord una enorme dotación de oficiales que apresaron a los alemanes y se los llevaron a Estados Unidos, haciéndolos desaparecer. Fueron sometidos a durísimos interrogatorios. La noticia que circuló entonces, incluso entre algunos medios de prensa de la época, era que los dos submarinos habrían sido parte de un enorme convoy que salió de Alemania con Hitler y sus principales asesores hasta algún lugar secreto de las tierras australes, el "paraíso inexpugnable" del almirante Doenitz. Las naves, producto de las tormentas en altamar de ese año, se habrían extraviado y, como es común en las misiones ultrasecretas, por ser parte de la comitiva de compañía, desconocían el lugar al que se dirigían, limitándose a seguir a los guías. Fue así como, extraviados y rendidos a su mala fortuna, llegaron perdidos hasta Mar del Plata.

Pequeña lista de los submarinos alemanes desaparecidos

Submarino - Entrada en servicio - Paradero del submarino

U 2111 - 15.05.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2112 - 05.06.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2113 - 07.06.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2251 - 15.07.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2252 - 17.07.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2253 - 19.07.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 2254 - 20.07.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
hasta 
U 2295 - 23.08.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5034 - 15.11.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5035 - 17.11.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5036 - 18.11.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5037 - 20.11.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5251 - 10.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5252 - 03.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5253 - 11.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5254 - 18.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5255 - 13.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5256 - 21.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5257 - 15.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5258 - 15.10.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
hasta 
U 5269 - 03.11.44 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5270 hasta U 5350 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 5751 hasta U 5800 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 6201 hasta U 6245 - Asunto hasta la fecha no aclarado 
U 6251 hasta U 6300 - Asunto hasta la fecha no aclarado 

Los OVNIS nazis y la conspiración mundial


 

Los OVNIs de Hitler contra el Nuevo Orden Mundial.

La prodigiosa tecnología del Tercer Reich.

La revelación tiene por objeto principal hacer conocer a nuestros enemigos, a los verdaderos gobernantes ocultos del Gobierno Mundial Secreto, que saben de 1a existencia de los OVNIs hitleristas y de sus bases extraterrestres, que nosotros también sabemos...
Estas sorprendentes palabras encabezan el primer capítulo de un libro de título tan elocuente y explícito como "Los OVNIs de Hitler contra el Nuevo Orden Mundial". La pluma responsable de esas afirmaciones es Miguel Serrano, uno de los escritores y diplomáticos más relevantes de la historia de Chile.
Encabezó la representación política de su país, al frente de las embajadas de Chile en la India, Yugoslavia y Austria, y en la actualidad es uno de los mayores ideólogos del movimiento neonazi en todo el mundo. Es de sobra conocida su íntima amistad con el actual Dalai Lama y con personalidades ya fallecidas como el escritor Hermann Hesse, el poeta Ezra Pound y el general de las Waffen SS León Degrelle.
¿Cómo es posible que un intelectual de estas características pretenda que el III Reich poseyera platillos volantes con bases extraterrestres fuera del planeta? ¿Se trata de un loco visionario? ¿Alguien ha pensado por qué los avistamientos OVNI empezaron a producirse a partir de 1947 y no antes?
Fue exactamente el 24 de Junio de 1947 a las 2 de la tarde cuando el experimentado piloto norteamericano Kenneth Arnold, miembro de la organización de seguimiento y rescate "Airafox", mientras volaba con su avioneta desde Chelalis a Yakima, en el estado de Whashinton, con la intención de encontrar un avión militar accidentado, avistó cerca del Monte Rainer una formación de extrañas aeronaves circulares que le parecieron "como platos deslizándose sobre el agua".
Fue así como se acuñó el término "platillo volante". Kenneth calculó su velocidad en 2.400 km/h, una velocidad desconocida en 1947. Y precisamente fue en 1947 cuando los aliados lanzaron su fallida Operación Highjump contra las bases del Tercer Reich en la Antártida. También es en 1947 cuando se funda la CIA.
La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, y dos años después empezaron a sucederse sin interrupción hasta la actualidad avistamientos de Objetos Voladores No Identificados, llamados UFOs en inglés y alemán (Unknown Flight Object y Unbekanntes Flugobjekt, respectivamente), que hacen maniobras imposibles para los aviones convencionales, como cambiar su dirección de vuelo en ángulo recto o pasar del reposo a una velocidad exorbitada en un instante.
  La prodigiosa tecnología del Tercer Reich
El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los campos: Alemania poseía los autos más rápidos, los aviones más veloces y de mayor autonomía de vuelo, la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc. Pronto volaron los primeros aviones a reacción (Me-262) y los primeros misiles de largo alcance (V2). Todo esto es conocido.
Mucho menos conocida es otra tecnología que, por razones obvias, los alemanes del Reich mantuvieron en secreto y sobre la que los aliados, una vez tuvieron noticia de ella, mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la filosofía ocultista del Tercer Reich ( Sociedades Thule y Vril ), científicos hitlerianos habrían conseguido avances científicos (especialmente aeronáuticos y astronáuticos) de una magnitud inimaginable.
El conocimiento de misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por motores anti-gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional, sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido siempre negado por las fuerzas aliadas.
Muchos podrán pensar que es imposible que los alemanes en tan corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica, pero olvidan que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no, como ya hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas como Thule y Vril.
Así por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era un convencido defensor de la "implosión en lugar de explosión". Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la destrucción (explosión), pero la Creación divina es siempre constructiva.
Por lo tanto, una técnica basada en la destrucción es contraria a las leyes de Dios y puede denominarse como técnica satánica. En su lugar, proponía los motores de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la filosofía de estos científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich, los alemanes avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no avanzarían en cien.
A mediados de los noventa dos documentales de televisión sobre los platillos nazis conmocionaron a la comunidad ufológica internacional. En ellos se vinculaba la existencia de prototipos discoidales diseñados en la Alemania de entreguerras y las tradiciones esotéricas que tanto influyeron en la gestación del III Reich. Personalmente he visionado un video titulado "OVNIs: El arma secreta de Hitler", en que se trataban estas cuestiones.
Pero mucho antes, libros como "Geheime Wunderwaffen" ("Armas prodigiosas secretas", partes 1, 2 y 3), de D. H. Haarmann o "Deutsche Flugscheiben und U-Boote überwachen die Weltmeere" ("Platillos y submarinos alemanes vigilan los mares del mundo"), de O. Bergmann, hablaban ya de los "OVNIs del Tercer Reich".
Luego salieron las novelas "Eine Deutsche Legende", de Hans Altmann, casi una autobiografía, pues se basa según el autor en hechos reales,  "Z-Plan", del austriaco Ralf Ettl y "Das Erbe", de Wolfgang Ziegler.
  Proyecto Haunebu.
Sobre la denominación "Haunebu" no hay acuerdo. Algunos afirman que se trata en realidad de la abreviatura de Hauneburg*, lugar en que serían desarrollados. Este nombre sería abreviado como "Haunebu" por falta de espacio en las casillas de los formularios.
* NOTA: Hauneburg era un pueblo situado en el Haunetal (el valle Haune), situado en el norte de la provincia alemana de Hessen. Como vemos, el lugar no es ficticio y probablemente fue allí donde se desarrollaron los platillos de la serie "Haunebu".
Aquí mostramos algunas imágenes de los tres modelos de Haunebu. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿por qué los OVNIs que aparecen en las fotografías y el video que filmó Adamski se parecen TANTO al modelo Haunebu II?
  Proyecto Vril
El proyecto Vril estaba en manos de la sociedad Vril, el círculo de damas esotéricas. Era un diseño independiente del "Haunebu". Los desarrollos empezaron con el Vril 1 y culminaron supuestamente en el Vril 7. El primero ensayo con el Vril 7 tuvo lugar al parecer sobre el mar Báltico en invierno de 1944. Fue todo un éxito.
  El "Andromeda-Gerät"
El "Andromeda-Gerät" o "aparato Andrómeda" era una nave nodriza. Desconocemos si llegó a construirse antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, pero de no ser así se construyó en Neuschwabenland tras la guerra con los planos y diseños previos. Tenía forma de cigarro, y esto coincide con la descripción de muchos pilotos de vuelo que dicen haber visto OVNIs con esa forma y de unos 140 metros de longitud.
  Los Foo-fighters o Kugelblitze.
Los aliados los llamaban Foo-fighters y sus creadores alemanes "Kugelblitze" ("rayos-bola") o "Feuerbälle" ("pelotas de fuego"). A partir de 1944, los pilotos aliados que sobrevolaban Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas bolas brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les acompañaban durante kilómetros.
Según estos informes, no podían derribarlas, aunque las disparasen, y toda maniobra para despistarlas era inútil. Mucho se ha especulado sobre la función de este arma antiaérea, pero al parecer interfería los sistemas eléctricos y los radares de los bombarderos aliados. En ocasiones, su presencia era tan molesta a los pilotos o les causaban tantos trastornos, que un bombardeo previsto tenía que ser suspendido y la escuadrilla de bombarderos regresaba a su base.
El 13 de Diciembre de 1944 el South Wales Argus publicaba un sorprendente artículo en el que se decía: «Los alemanes han fabricado un arma secreta coincidiendo con la estación navideña. El nuevo ingenio, que al parecer es un arma defensiva aérea, se parece a las bolas de cristal que adornan los árboles navideños. Se las ha visto suspendidas en el aire por territorio alemán, a veces solas, y otras en grupo; son de color plateado y parecen transparentes». Poco después, el 2 de Enero de 1945, era el Herald Tribune neoyorquino el que se expresaba en los siguientes términos:
El autor italiano Renato Vesco publicó en 1968 un libro, Interceptarlos sin disparar, que llegó a convertirse en un clásico, en el que plantea la hipótesis de que los OVNIs sean en realidad aeronaves secretes terrestres. Además Vesco también afronta el escabroso asunto de los foo-fighter, exponiendo algunos casos de avistamiento y desarrollando su tesis sobre las armas secretas.
  Un nacionalsocialista español y los OVNIS de Hitler.
"Los platillos volantes existen, claro que sí, pero no vienen de otros planetas. Los construimos nosotros. Los diseñaron nuestros ingenieros, y después los americanos y los rusos se repartieron esos planos y prototipos cuando cayó Berlín. Yo los vi durante mis servicios para el Führer...".
Quien nos hacía personalmente estas declaraciones no es un personaje cualquiera. Se trata de un anciano nacionalsocialista de 82 años llamado Ángel Alcázar de Velasco, uno de los espías del servicio secreto alemán en España durante la II Guerra Mundial, que posteriormente colaboraría con el SECED y otros organismos de espionaje.
Alcázar de Velasco fue condecorado por el mismísimo Adolf Hitler como pago a sus servicios para el Reich, y hace pocos años viajó a Japón para recibir un homenaje por su labor como espía al servicio de TO, otra de las organizaciones secretas de la alianza germano-nipona en la guerra. ¿Podría considerársele, por tanto una fuente autorizada para afirmar que los nazis construyeron los primeros platillos volantes?
En algo está confundido (o quizá pretende distraer), y es en su afirmación de que los americanos y rusos se repartieron los planos de los platillos de Hitler. Todos los autores del hitlerismo esotérico coinciden en afirmar que "nada de valor cayó en manos de los aliados".
  ¿Por qué Alemania, si disponía de esta tecnología, no ganó la guerra?
Una pregunta que se formulará todo el mundo. Las razones que los autores del hitlerismo esotérico apuntan son varias:
1.- El desarrollo de esa tecnología llegó demasiado tarde, más bien entre 1944 y 1945, y no se pudo llegar a emplear militarmente. Ciertamente disponían de esa tecnología, pero no se llegó a tiempo a la fabricación masiva.
2.- Los OVNIs de Hitler ciertamente eran muchísimo más veloces que cualquier avión existente, pero esto no bastaba. Se mostraron, al menos en esa fecha, no aptos como aeronaves caza.
3.- Por alguna razón, los alemanes del Reich vieron la guerra materialmente perdida y decidieron replegarse, esperar un momento futuro en que la victoria del Reich fuese tan segura como contundente.
Si efectivamente el Tercer Reich nunca fue completamente destruido y subsiste actualmente oculto, no podría hablarse en absoluto de que el Reich perdiera la guerra. El propio Hitler había declarado: "En esta guerra no habrá vencedores ni vencidos, tan sólo muertos y supervivientes". Alemania fue ocupada y lo sigue hoy, pero otra Alemania, la verdadera y legítima, existe fuera del territorio tradicionalmente alemán.
  ¿Qué fue de la prodigiosa tecnología hitleriana?
No puede descartarse que poco antes del fin de la guerra se llegase a fabricar una limitada serie de platillos Haunebu II. Ésta posibilidad es apoyada por las numerosas fotos de OVNIs tras 1945, que tienen un asombroso parecido con el modelo Haunebu II (por ejemplo los OVNIs del contactado Adamski).
Es importante dejar en claro una pregunta fundamental: ¿Consiguieron los aliados esta prodigiosa tecnología como parte del botín de guerra? En absoluto, gracias a Dios. Sería una verdadera contradicción pensar que los alemanes fueran capaces de desarrollar semejante tecnología para luego dejarla caer en falsas manos. Los científicos alemanes responsables del desarrollo de esta tecnología y todos sus creaciones habían desaparecido a tiempo de Alemania para cuando la guerra "terminó".
Así por ejemplo, el terreno de la firma Arado en Brandenburgo, supuestamente empleado por la Vril-Gesellschaft, fue completamente dinamitado y no quedó nada. Los alemanes dejaron a propósito señuelos para despistar y distraer a los aliados.
Estos señuelos eran flamantes proyectos aeronáuticos del Tercer Reich, así como científicos como Werner von Braun (gracias al cual los americanos lograrían realizar el programa Apolo y llegar a la Luna), pero estaban basados en la técnica convencional (motores de propulsión a reacción o de hélice, a lo sumo). La técnica antigravitacional fue puesta a salvo con antelación.
Según algunos autores, los OVNIs de Hitler fueron escondidos en algún lugar de la Antártida, razón por la cual se pondría en marcha la Operación Highjump. Aun hoy hay gente convencida de que los Alemanes aun poseen una base de OVNIs y que los llevaron allí desmontados en submarinos. El autor Hans Altmann, por su parte, escribió "Eine Deutsche Legende", una novela autobiográfica donde narra su contacto con los alemanes del Reich y describe sus bases en Suramérica.
Los avistamientos OVNIs que en la actualidad se producen se deben a la actividad de los platillos alemanes, pues los alemanes del Reich están vigilando el planeta. Estos platillos serían pilotados por pilotos del "último batallón". Éste "último batallón" intervendrá en el momento preciso durante la próxima caída de la civilización occidental.
Vendrán a salvar Europa cuando el cataclismo sea inevitable. La civilización occidental habrá caído mucho antes de 50 años. La decadencia de Occidente es patente: manifestaciones de homosexuales, ateísmo y ausencia de valores, aborto, drogadicción, paro y crisis económica, conflictos sociales, confusión generalizada...
Pero esta caída de Occidente no será el Apocalipsis ni tampoco la destrucción de Europa, sino un Renacimiento sobre valores completamente distintos. Muchos famosos visionarios y videntes coinciden cuando hablan de una nueva guerra mundial y de "revoluciones y guerras civiles en casi todos los países de Europa".
Los miembros del gobierno invisible (judeo-masonería), que controlan las naciones más poderosas del mundo, no pueden hacer nada contra las fuerzas del mundo interior. Tienen miedo del "último batallón", de los OVNIs de Hitler. Por eso guardan silencio sobre su existencia y desvían la atención difundiendo que se trata de "extraterrestres".
  Las bases lunar y marciana del Reich
Además de Miguel Serrano, han sido otros autores los que sostienen que los alemanes del Reich hace muchos años (unos sesenta años) que poseen una base en la Luna (si no un auténtico país). Disponiendo de semejantes astronaves, no es ningún problema para ellos alcanzar la Luna o Marte. Los OVNIs del Reich no tienen que preocuparse de llevar miles de toneladas en combustible líquido, ni del costo, como los programas espaciales de la NASA o la ESA.
Durante la misión Apolo 11 a la Luna, los tripulantes del Apolo 11 mantuvieron una conversación con el centro de control en Houston, casualmente captada por unos radioaficionados que escuchaban un "canal reservado", que revela que tuvieron un encuentro con aeronaves "muy superiores en tamaño y tecnología a las nuestras".
Toda la Luna estaría en manos de los alemanes del Reich, razón por la cual los norteamericanos no han vuelto a ella: tienen "Hausverbot", es decir, los alemanes del Reich les han prohibido poner un pie en la Luna. Es por ello que ahora la NASA dice con cierto tono de desprecio que "la Luna ya no constituye un objetivo interesante para la Agencia Espacial". Lo cierto es que después de 1972 (el primer alunizaje fue el 20 de Julio de 1969), no ha habido más misiones a la Luna.
La NASA declara que se interesa más por Marte, donde según autores como Jan Udo Holey o Hans Altmann también los alemanes están establecidos en construcciones subterráneas desde hace decenios. Los repetidos fracasos de la NASA en Marte tendrían su explicación en la actuación de los alemanes del Reich.
  La base lunar Alpha
La base lunar del Tercer Reich tendría el nombre de "Alpha" y se habría empezado a construir en 1942. Vladimir Terziski, presidente de la "American Academy of Dissident Sciences" escribió en 1992 un artículo (en inglés) titulado "HALF A CENTURY OF THE GERMAN MOON BASE (1942 - 1992)" cuyo link reproducimos aquí: http://www.gypsyqueen.com/ufo_files/UFO03.HTML
En ese artículo se habla también de la estrecha cooperación entre alemanes y japoneses. Y así fue y lo sigue siendo hoy, pues el Reich de Adolf Hitler hizo partícipe en sus ambiciosos planes de futuro al Imperio Japonés, aliado fiel del Tercer Reich. Lo mejor de Occidente y Oriente se habría unido en esta gran empresa de conquista del espacio. No fueron los norteamericanos los primeros en pisar la Luna ni los rusos los primeros en poner un hombre en órbita, sino los alemanes del Reich, junto a sus camaradas japoneses.
  El Apolo 11 y su encuentro con "extraterrestres" en la Luna.
El ufólogo Timothy Good, en su libro Beyond Top Secret, informa de que los astronautas vieron "extraterrestres" en la Luna. La evidencia reside en una conversación secreta entre el control de la misión y los astronautas del Apolo 11, Armstrong y Aldrin, que fue registrada por unos radioaficionados que pudieron captar un "canal reservado" para estos mensajes, tal como informó mucho después un ex-empleado de la NASA, Otto Binder. La trascripción de la conversación es la siguiente:
¡Oh, Dios, nadie lo va a creer!
- Houston: ¿Qué es, diablos, qué es? ¡Es lo único que quiero saber!
- Apolo 11: Estas pequeñas cosas son gigantescas, son enormes... No, no, lo de ahora era una desfiguración óptica del terreno. ¡Oh, Dios, nadie lo va a creer!
- Houston: ¿Qué... qué... qué diablos está ocurriendo allí? ¿Qué os pasa, chicos?
- Apolo 11: Están allí, bajo la superficie.
- Houson: ¿Qué hay allí? [Interferencias, ruido] Control llamando a Apolo 11.
- Apolo 11: Roger, estamos aquí los tres, pero vimos unos visitantes. Estuvieron aquí un rato, observando los instrumentos.
- Houson: Orden de control: ¡Repetid el último informe!
- Apolo 11: Digo que había otras astronaves. Están alineadas en el otro borde del cráter.
- Houston: ¡Repetid, repetid!
- Apolo 11: Dejadnos sondear esta órbita y a casa... En 625 al 5... Relé automático conectado... Mis manos tiemblan tan fuerte que no puedo hacer nada. ¿Filmar? Cielos, sí, esas malditas cámaras han filmado.
- Houston: ¿Habéis captado algo?
-Apolo 11: No tenía ninguna película a mano [ruidos], tres disparos de los platillos o de lo que fuera pueden haber estropeado la película.
- Houston: Control de mando, aquí, control de mando. ¿Estáis ya en camino? ¿Qué hay con ese jaleo de los ovnis? Cambio.
- Apolo 11: Han aterrizado ahí. Están en la Luna y nos observan.
- Houston: Los espejos, los espejos. ¿Los habéis colocado?
- Apolo 11: Sí los espejos están en su sitio. Pero quien haya fabricado semejantes astronaves puede seguramente venir y quitarlos mañana mismo del suelo. Cambio y fuera.
También cierto profesor, que desea permanecer en el anonimato, mantuvo una conversación con Neil Armstrong durante un simposio:
- Profesor: ¿Qué ocurrió realmente con Apolo 11?
- Armstrong: Fue increíble; claro, pero el hecho es que nos advirtieron que debíamos irnos. Nunca se nos dijo nada sobre una estación lunar...
- Profesor: ¿Qué quiere decir con eso de que "nos advirtieron que debíamos irnos?".
- Armstrong: No puedo entrar en detalles, excepto para decir que sus naves eran muy superiores a las nuestras en tamaño y tecnología.
- Profesor: ¡Pero la NASA envió otras misiones después de Apolo 11!
- Armstrong: Naturalmente, la NASA estaba comprometida en esa época y no podía arriesgarse a desatar el pánico en la Tierra, pero sí, fue algo rápido y de ida y vuelta.
El ufólogo Timothy Good, en su libro Beyond Top Secret, informa de que los astronautas vieron "extraterrestres" en la Luna. La evidencia reside en una conversación secreta entre el control de la misión y los astronautas del Apolo 11 Armstrong y Aldrin, que fue registrada por los soviéticos.
El Dr. Vladimir Azhazha, físico y profesor de matemáticas ruso, dijo que el encuentro ocurrió poco después de que alunizara el módulo lunar, pero que el público nunca pudo escuchar el informe de los astronautas porque la NASA lo prohibió. Maurice Chatelain, un especialista en comunicaciones de la NASA, comentó que "el encuentro con OVNIS era perfectamente conocido en la NASA" y que "todas las misiones Apolo habían sido seguidas por OVNIS".
Esto sugiere que la NASA no está dispuesta a admitir ante el mundo que sus astronautas habían sido vigilados de cerca por OVNIS, y menos todavía por OVNIS del Tercer Reich, y según ciertos autores escenificaron las fotografías en la Tierra para que el público no se asustase con lo que sucedía realmente en el espacio.
En un documental de TV que analizaba la dudas en torno al primer alunizaje, se mencionaba que esta escenificación tuvo lugar en algún estudio de cine de Londres y que se puso al frente de la misma al director Stanley Kubrick, razón por la cual Stanley vivió obsesionado con el temor de ser asesinado por la CIA por todo cuanto sabía...
Según el Dr. Vladimir Azhazha, presidente del Centro de OVNIS de Moscú: "Neil Armstrong transmitió al Centro de Control un mensaje de que dos objetos grandes y misteriosos los observaban cuando alunizaron. Pero este mensaje nunca fue oído por el público, ya que la NASA lo censuró". El Dr. Aleksandr Kasantsev afirma que Aldrin hizo un grabación en color de los OVNIS desde el interior del módulo.
Una de las más extrañas preguntas sobre la Luna es por qué la NASA no ha enviado más astronautas desde las misiones Apolo y por qué no tiene intención de hacerlo en el futuro. Ellos aducen que es ahora Marte el astro que les interesa, pero si damos crédito a las informaciones sobre bases permanentes de los Reichsdeutschen en la Luna, tendremos de inmediato la respuesta...
Las actuales misiones de la NASA a Marte tienen como objeto tantear las fuerzas alemanas establecidas allí. Y hay que destacar que son muy sospechosos los repetidos fracasos y la inexplicable "mala suerte" de la NASA en estas misiones marcianas...
  Avistamientos  por astronautas.
Los estudiosos del fenómeno OVNI aseguran que los astronautas que "hablaron demasiado" sobre lo que descubrieron en la Luna pronto fueron dados de baja y tuvieron que abandonar el servicio activo, como en el caso de Gordon Cooper, que después de haber integrado el equipo del proyecto Mercury y tripulado éste en 1963 y el Géminis 5 en 1968, no fue enviado con destino a la Luna en el Apolo... Poco después se declaró abierto partidario de la existencia de OVNIS.
La NASA no ha revelado la existencia de los OVNIs del Reich ni siquiera a sus propios astronautas, que nunca fueron prevenidos y tuvieron que enfrentarse súbitamente al shock de encontrarse de golpe con esas astronaves durante sus misiones en el espacio, poniendo sus vidas en peligro, pues un astronauta con pánico comete errores.
Muy posiblemente, la NASA ha hecho creer a sus propios astronautas que esas astronaves pertenecen a "civilizaciones extraterrestres", ni los propios astronautas conocen la verdad sobre su origen terrestre. Es por ello que a menudo los astronautas hablan de "vida extraterrestre", porque es lo que la NASA ha querido que crean, o porque colaboran conscientemente con la campaña de desinformación.
Pero es muy probable que los OVNIs se hayan acercado tanto a los trasbordadores y a astronautas que éstos hayan visto esvásticas y cruces balcánicas en los OVNIs. Hasta la fecha, ningún astronauta ha declarado esto ni ha hablado de "OVNIs del Reich". Si lo hiciera, sabe que sería asesinado. Además, los astronautas son adoctrinados en la idea de que la existencia de los OVNIS y todo lo que ellos han visto durante sus misiones debe permanecer bajo secreto por bien de la seguridad nacional y para evitar el pánico en la Tierra.
  Los OVNIS del Proyecto Mercury VII.
El 24 de Mayo de 1962, el astronauta Scott Carpenter logra fotografiar a un objeto en forma de disco, mientras se encontraba en el espacio a bordo del Aurora VII. Cuando Carpenter se encontraba a 275.000 metros de altura, vio acercarse "algo" a la cápsula, inmediatamente comunicó a Houston: "¡Es metálico! y refleja intensamente la luz solar".
El objeto siguió desplazándose en sentido contrario a la marcha de la Aurora 7, hasta perderse de vista. Scout Carpenter, mientras orbitaba la Tierra en Mayo de 1962, a la altura de Australia, comunico a la base: "Estoy observando unas partículas luminosas que vienen a mi encuentro, ¡son muy rápidas! Y parecen tener una luz mas brillante que las estrellas... ¡Entonces ellos existen...! ¡Son ellos...!
Scott Carpenter, a bordo de la cápsula Aurora 7, vio y fotografió a varios objetos de gran tamaño y luminosidad que siguieron al vehículo norteamericano durante su corto periplo espacial. La NASA dio una absurda explicación a las fotografías, diciendo que eran "cristales de hielo adheridos a las ventanillas".
En su tercera vuelta a la Tierra, Carpenter vio otro objeto y comunicó a Houston: "Está claro que aquello no orbita la Tierra.... Viene de otra parte". Carpenter reconoció haber sentido miedo, también dijo: "Era cilíndrico, enorme... y se movía a gran velocidad". [Nota: ¿Cilíndrico y enorme? ¡El Andromeda-Gerät!]. El objeto se inmovilizó junto a la Aurora 7 y siguió su misma trayectoria. Entonces, de aquel cilindro salieron 3 objetos en forma de disco, los cuales se alejaron. Al instante que la nodriza desapareció hacia las estrellas".
  Algunas declaraciones de gente de la NASA.
La NASA siempre ha dicho que lo encontrado en la Luna por las expediciones no tiene ningún secreto, sin embargo, el doctor Farduk Elbaz, uno de los más prominentes científicos de la NASA, admitió: "No todo lo descubierto se ha anunciado". Añadió también que se utilizó un "código secreto" en las conversaciones entre los astronautas y la base de control de la Tierra. ¿Es que había algo que ocultar?
El científico Maurice Chatelain, que estuvo a cargo del equipo de comunicaciones del Apolo, declaro que: "Todas las naves Apolo y Géminis fueron seguidas por vehículos espaciales que no pertenecen a este planeta. Siempre que esto ocurre los astronautas informan al centro de control y desde allí se les ordena silencio absoluto". Añadió además que: "Los astronautas del Apolo XI no solo escucharon ruidos extraños en la radio cuando se acercaban a la Luna, sino que se encontraron con un comité de bienvenida: dos ovnis que contemplaban el alunizaje". Más que "contemplaban" habría que decir "vigilaban"...
Fred Bell, otro científico que trabajó para la NASA dice: "Los astronautas han guardado silencio sobre sus encuentros con ovnis porque están entrenados para creer que es una cuestión de seguridad nacional". Además el doctor Bell aseguro haber visto fotografías de OVNIS tomadas por los astronautas. Aseguró que el Proyecto Apolo fue interrumpido abruptamente debido a que se habían encontrado "demasiadas cosas allá afuera", tomando seguramente muy en serio la prohibición del Reich de volver allí.
El ex-astronauta John Glenn, posteriormente senador de los EE.UU., hizo importantes declaraciones para un programa radiofónico, sin saber que estaba siendo grabado: "Sabemos perfectamente lo que vimos allí afuera, pero no podemos contar nada". Además agregó lo siguiente: "Nunca conoceremos la verdadera respuesta... Aún así, vimos cosas allá afuera, cosas extrañas..."

Fuente: http://libreopinion.com/members/neuschwabenland/

Los OVNIS de Hitler




Por Armando Galant

¿Son algunos de los OVNIs que han sido vistos por todo el mundo desde hace casi 60 años armas secretas fabricadas por el III Reich?

Así parece, al menos, indicarlo el misterioso informe recibido por el autor de este reportaje, según el cual muchos de los extraños objetos voladores avistados desde 1945 corresponderían en realidad a modelos de aeronaves diseñadas en su tiempo por los nazis y mejoradas probablemente durante estos años en el interior de bases secretas.
Lo que usted, amigo lector, va a leer a continuación, procede de un informe –muy documentado– que llegó a mi poder procedente de Viena en forma de cinta sonora, texto escrito y video hablado en alemán. En cuanto a la identidad del protagonista de los hechos y la época en que acaecieron, debo confesar que siguen siendo para mi un enigma:
“Sábado, atardeciendo, casi de noche. Una nave espacial se aproxima volando a poca altura. Su tamaño, algo menor que el propio de una avioneta corriente, emite un sonido silbante-siseante. Se acerca hacia mi y me sobrevuela.
En su parte baja presenta tres cúpulas semiesféricas y un punto azul oscuro. También logro distinguir una esvástica con ángulos rectos. La nave, en su conjunto, resulta bastante voluminosa y me provoca una sensación increíble, extraña y amedrentadora.
En los alrededores, desiertos, sólo hay algunas fabricas sin actividad. La extraña aeronave desciende y toma tierra por detrás de un muro, quedando iluminada por la luz de poniente, tenue pero lo suficientemente intensa como para permitirme observar con detalle las tres cúpulas inferiores asentadas sobre sendos cilindros que sirven de apoyo.
Después, un camión dotado de una grúa se aproxima a ella y realiza algo que no consigo distinguir bien. Sólo veo a dos seres humanos; uno, debajo del aparato, y el otro, en su parte superior. Pronto, este último desaparece de mi vista por completo. El aparato no tiene ventanas, sino dos pequeños orificios enrejados; aparentemente, sin cristal alguno.
El disco volante está rodeado de extrañas placas metálicas con forma de palas de turbina, aunque posiblemente deban ser una cosa por completo diferente. Tanto en las tres cúpulas inferiores como en la parte superior de este aparato existen unas estructuras que semejan tubos salientes y podrían ser bocas de fuego o algo similar (porque para ser antenas resultan extremadamente gruesas).
Calculo que este aparato tiene un diámetro de entre ocho y veinte metros y presenta un aspecto temible. Además de la nave, había un vehículo marca NSU 80, con matrícula de la ciudad de Solingen; después apareció también un Volkswagen verde, pero no logré observar ninguna otra cosa y, cuando intenté aproximarme más a la nave, ésta ya había despegado y ganado altura.
Unas semanas más tarde muchas personas afirmaban haber visto OVNIs en aquella misma zona bávara. Considero, pues, que se trataba del mismo aparato o de otros similares. Posteriormente contacté con un empleado de una gasolinera y resultó que él afirmaba haberlo visto; sin embargo, las personas que oían su relato se mofaban de él, así que terminó por contradecirse y afirmar que todo era una broma. Pero la verdad es que, en realidad, tanto él como yo hemos sido testigos. Pude sentir cómo iniciaba el despegue; pero, cuando me decidí a intentar aproximarme más a la nave, ésta ya había despegado y ganado altura”.
La primera noticia sobre OVNIs
Quizá sea éste, simplemente, un testimonio más sobre OVNIs, entre tantos otros, pero a la luz del resto del informe que me fue remitido –y con cuya documentación he elaborado este reportaje– cobra una especial importancia, pues, como veremos, –y siempre según el dossier recibido–, existen algunas singulares coincidencias entre los primeros avistamientos de platillos volantes y la fabricación de extrañas y secretas armas por los nazis al final de la Segunda Guerra Mundial. Coincidencias que podrían explicar la experiencia del anónimo informante arriba relatada.
Diré, para empezar, que el 14 de diciembre de 1944 –medio año antes de que los alemanes se rindieran, el 7 de junio de 1945–, el prestigioso periódico estadounidense The New York Times daba así la primera noticia sobre OVNIs habida en este siglo: “Los platillos volantes son un arma secreta. Una nueva arma alemana que ha aparecido en el frente occidental alemán. Hoy nos informan sobre ello nuestros pilotos de la USAF, afirmando que en los cielos de Alemania han aparecido unas ‘bolas de plata’ voladoras, que se han visto aisladas o en formaciones. Algunas parecían ser prácticamente transparentes”.
Con el paso del tiempo, el avistamiento de naves impulsadas por energía antigravitacional, desconocida en la época para la mayoría incluso de pilotos, se haría cada vez más frecuente. Los testimonios, oportunamente informados y publicados por la prensa del momento, se multiplicaron, especialmente tras la capitulación del Reich, y muchos de ellos hacían referencia a hechos acontecidos en los espacios aéreos del norte de Europa.
Las noticias hablaban también de OVNIs de fabricación alemana. Se comentaban, sobre todo, los avistamientos de “abundantes formaciones” de los que, entonces aún, se denominaban “grandes cohetes”, nombre con el que se definía a los “aparatos voladores desconocidos y producidos por la industria armamentística alemana”.
Especialmente numerosos fueron los testimonios de avistamientos procedentes de Escandinavia, donde se instalaron varias y poderosas guarniciones alemanas que permanecieron allí hasta el final mismo de la guerra, ya que nunca resultaron directamente atacadas y vencidas por los aliados. En 1947, reaparecieron informes aislados, aunque con menor asiduidad. Sin embargo, pasados unos años los avistamientos habrían de aumentar tanto en frecuencia como en número y variedad. ¿Qué secreto encierran o se nos oculta tras todo esto?
La energía implosiva: un logro ecológico
Hoy se especula a menudo sobre la forma de encontrar y utilizar energías “alternativas” que palien la destrucción del medio ambiente provocada por la energía explosiva, los gases tóxicos, los residuos letales, etc.
Pero lo cierto es que en aquellos tiempos ya se hablaba de que los alemanes trataban de hallar una “nueva ciencia”, una “técnica diferente y renovadora” con la que sustituir los motores de explosión –considerados destructivos en los círculos esotéricos del III Reich– por otros de implosión, cuya nocividad es nula.
Aquellas investigaciones se basaban principalmente en la levitación electrogravitacional y la propulsión por “terriones” (fuerzas cósmico-telúrico-terrestres), en las que, según parece, se encontraba el núcleo de esa “otra técnica”, que distanció la cosmovisión nacionalsocialista de todas las aún vigentes, en un intento de proporcionar al III Reich una total independencia de “materias primas” –inaccesibles de otro modo– y energía abundante, barata y no contaminante.
De hecho, y según se asegura en el misterioso informe, “los departamentos de investigación U-13 y E-4 de la SS trabajaban febrilmente para realizar y perfeccionar esas tecnologías, inconcebibles para la mayoría del pueblo y para el resto de la humanidad”.
Un buen ejemplo de este trabajo serían las “peonzas voladoras Haunebu” de Víctor Schönberger, que funcionaban ya con fuerzas de levitación no contaminantes ni generadoras de ruidos perniciosos.
Los platillos volantes Haunebu
Esos “platillos volantes” de las diferentes series Haunebu –de los que existen fotografías obtenidas por los aliados cuando invadieron el territorio del III Reich y en cuya incuestionable autenticidad se apoya el informe– tienen especial importancia.
Esas “peonzas voladoras” estaban movidas por un propulsor electrogravitacional de “terriones” –al que se dio el nombre de “Terrionador Thule”– que quedaba acoplado a un generador de bandas de ondas tipo Van Der Graff, a un aparato magnético productor de energía a base de carbón y a una dinamo cónica de energía turbinosa tipo Marconi.
El informe asegura también que la construcción práctica de aparatos basados en esos principios de propulsión se debió a la inventiva del capitán alemán Hans Koheler y que ya en 1944 fueron fabricados en serie los conversores de “terriones” tanto en fábricas de la empresa AEG como de la Siemens.
“El propulsor de Koheler –se dice en el informe– precisaba, para ponerse en funcionamiento, de una energía inicial muy baja y mínima que podía serle proporcionada por un acumulador eléctrico que lo activaba. Después de poco tiempo, el conversor de carbón ya funcionaba automáticamente con plena autonomía, puesto que se convertía en un generador de energía que actuaba, sin consumirse, como un ‘catalizador’: en este caso, la energía se produce a partir de nada consumible.
Se originaba, eso sí, una transformación de las fuerzas electrogravitacionales existentes en el interior de la Tierra en electricidad utilizable. Un principio de simplicidad genial cuando se ha logrado dominar y se sabe utilizar correctamente”.
“El aparato volador Haunebu-2 –continúa explicando el informe– poseía un cañón de grandes dimensiones que habría de provocar una impresión inolvidable en toda persona que lo contemplase sin estar preparada para ello o sin saber de qué se trataba, pues superaba los 25 metros de diámetro y en su eje central alcanzaba los 10 metros de altura”.
Bombas en forma de discos y platillos Vril
Que algunos artefactos bélicos alemanes tenían una extraña forma discoidal no es ningún secreto. Así, bajo la designación de V-4 –la generalidad del público sólo conoce la V-1 y la V-2– se construyeron varios discos voladores para ser empleados como “bombas volantes”.
Así, los datos llegados hasta nosotros aseguran que en 1941 ya habían sido acometidos los estudios para diseñar la “peonza volante” de Schriever-Habermohl, un avión de forma circular y despegue vertical provisto de motores de “reacción convencional”, efectuándose a finales de 1942 las primeras pruebas de vuelo, durante las cuales se constataron graves errores de construcción.
Paralelamente, y después de una larga serie de ensayos, el ingeniero Richard Miethe comenzó a trabajar –también en 1942– en la construcción de aparatos que volaran y tuvieran forma de disco. De sus investigaciones, realizadas en colaboración con el científico italiano Giuseppe Bellonzo, surgiría una nueva versión de la V-7.
Transcurrido un tiempo, y bajo el apoyo del propio Führer, los equipos “Miethe-Bellonzo” y “Schriever-Habermohl” entraron en contacto con el propósito de aunar esfuerzos para realizar coordinadamente sus investigaciones y hacer otras en conjunto. Finalmente sus esfuerzos dieron como fruto la primera, legendaria e increíble V-7, aparato similar a un helicóptero ultrasónico que presentaba doce agregados tipo turbo BMW-028. En su primera prueba se remontó a una altura de 20.813 metros de altitud, alcanzando en la segunda 24.200. Y todo ello utilizando helio como “combustible de base”.
Por otra parte, se desarrolló también otra línea de “discos volantes” conocidos como serie Vril. De ella se ocupó el “grupo Schumann” en íntima relación con el departamento E-4, de la SS, especializado en “armas milagrosas”.
Hoy sabemos que llegaron a construirse 17 aparatos de la serie Vril-1. Su diámetro era de 11,56 metros, podían alcanzar velocidades de 2.900 km./h y llevaban un cañón teledirigido como dotación de combate. El Vril-1 era el equivalente revolucionario de un “avión de caza”, mientras que el Vril-9 era un “caza monoplaza”. Curiosamente, su diseño parece coincidir con el del aparato que fue visto en la Luna por el astronauta norteamericano Edwin Aldrige.
Bombas de fuego que paralizan los motores de los aviones
El informe asegura también que, aunque al final de la Segunda Guerra Mundial resultaba evidente que era imposible coordinar los esfuerzos y mermaban los recursos, los nazis no dejaron en ningún momento de perfeccionar sus armas. Es más, al ir dominando la tecnología de propulsión electrogravitacional –se asegura– obtuvieron mayor velocidad, maniobrabilidad y otras prestaciones en los aparatos.
Así, se afirma, que en una fase intermedia, en la ciudad alemana de Neustad y bajo el control de tropas técnicamente especializadas de la SS, se desarrolló el proyecto “Bola de fuego”, al que los estadounidenses denominaron acertadamente Foo-fighter o “Combatiente total”.
Estas “bolas de fuego” eran dirigidas, mediante ondas de radio, hasta la proximidad de las formaciones aéreas aliadas. Posteriormente, los sensores de ondas infrarrojas de que iban provistos estos artefactos eran los autores del contacto final con el objetivo a destruir. El sistema se basaba en la búsqueda de fuentes de calor emitidas por los gases de escape de los aviones enemigos, haciendo que su radar resultara automáticamente destruido, dejando a los tripulantes sin orientación operativa y casi a la deriva.
Se sabe que, en una fase posterior de este proyecto, se idearon unos “tubos especiales” que funcionaban descargando de electricidad el objetivo y provocando, por tanto, un “total fallo del motor” o una “ausencia repentina de electricidad”.
Un fenómeno muy similar al ocurrido en algunos avistamientos de OVNIs, en los que los vehículos motorizados se detienen bruscamente sin conseguir que vuelvan a funcionar mientras dura la presencia del OVNI.
La invasión extraterrestre y la conspiración OVNI
Es evidente que estos aparatos volaron y se utilizaron en aquella época. Pero ¿continúan haciéndolo hoy? Si los comparamos con las fotografías de OVNIs tomadas en distintos lugares en nuestros días, podemos observar una enorme semejanza entre ellos y los artefactos que, según el informe, construyeron los nazis. Prueba de ello es que, con motivo de uno de los primeros discos voladores, avistado en Praga a comienzos de 1945, la prensa asociaba totalmente el fenómeno a los nazis, titulando así la noticia: “Los discos voladores inventados en Alemania”.
Sin embargo, al poco tiempo, y movidos tal vez por la ciencia-ficción de moda en ese tiempo o quién sabe si por otras oscuras intenciones, los gobiernos –y por consiguiente la prensa– comenzaron a especular sobre el “peligro de invasión extraterrestre”.
El mismo Jimmy Carter, presidente de Estados Unidos en aquella época, declaró que él, personalmente, había visto un OVNI. Incluso en algunos círculos científicos se llegó a comentar que “el presidente de Estados Unidos y el Secretario General del PCUS habían hablado seriamente sobre la posibilidad de sufrir un ataque masivo de OVNIs”, hablando de ellos como si se tratara de naves venidas del espacio exterior.
Sin embargo, años después de que los rumores sobre “visitantes extraterrestres” se extendieran por todo el planeta, la revista estadounidense Examiner volvía a la tesis de finales de la guerra en un artículo publicado el 26 de mayo de 1988 bajo el título ¡El misterio de los OVNIs, desvelado!, y en el que se decía:
“El secreto sobre los OVNIs estaba ya resuelto hace mucho tiempo, si es que existió alguna vez. Los extraterrestres son, en realidad, nazis que desean reedificar su imperio. Los gobiernos del mundo están perfectamente informados de todo este asunto y, por ello, callan, y, al mismo tiempo, están verdaderamente aterrorizados”.
Naves nodriza con forma de puros
Un dato más que parece dar pábulo a la “hipótesis nazi” es que en algunos informes sobre OVNIs se habla también de la existencia de aparatos gigantescos –con forma de cigarrillo o puro habano–, que se han interpretado como naves nodrizas en las que se alojarían los “discos voladores” y que suelen viajar con mayor lentitud siguiéndolos.
Pues bien: según el informe, bajo el nombre de Andrómeda, se escondía, en efecto, el proyecto para una nave nodriza; nave que –se asegura– existía ya en 1944, habiendo sospechas de que las había, incluso, con anterioridad a esa fecha.
Con una eslora de 109 metros, estas naves aéreas gigantescas –se afirma en el informe– se impulsaban con propulsores tipo Thule y estaban proyectadas con una capacidad interior suficiente como para transportar y alojar un aparato Haunebu y varios de tipo Vril.
Todos ellos –se añade– podían despegar de la nave nodriza durante el vuelo de la misma e, igualmente, retornar a ellas a través de unas escotillas laterales especiales. También se dice que estos gigantescos aparatos iban armados de cañones que podían emerger y recogerse de forma automática.
Y lo cierto es que, tras la guerra, fueron capturados por los aliados dos proyectos de construcción de estas enormes naves Andrómeda; ahora bien, sobre su fabricación real y operativa no se ha podido aportar prueba alguna. Sin embargo, y a pesar de no contarse con vestigios de la época, parece que actualmente existen aparatos tipo Andrómeda o similares y que han podido observarse perfectamente en vuelo. Las fotografías posbélicas de los “cigarros voladores” son abundantes.
Extraterrestres que hablan en alemán
Un hecho muy concreto, las fotografías tomadas por George Adamski en 1952 a un “platillo volante”, en el que eran claramente visibles los símbolos del Sol Negro nazi, hizo que se adoptaran urgentes y energéticas medidas. Así, en un documento secreto de la CIA conocido gracias a una filtración, se decía que “ha sido estructurada una red de información a nivel mundial... y se han cursado órdenes a las principales bases aéreas militares bajo nuestro mando para localizar, interceptar y abatir a los OVNIs... Todo este tipo de información debe ser cuidadosamente ocultada y preservada del acceso público a fin de evitar un pánico general”.
A partir de entonces las fotografías sobre discos voladores serían confiscadas o publicadas sistemáticamente como falsas.
Además, se programó paralelamente una campaña orientada a atribuir un origen extraterrestre a los OVNIs y a promover “evidencias” de la “normalidad” de visitas extraterrestres a lo largo de la historia.
“De esta forma –dice el misterioso informe– se evitaba que se relacionen a los OVNIs con el III Reich o el nacionalsocialismo, y se minimizaba, por tanto, la sensación de pánico mundial”.
Sin embargo, aunque existían múltiples narraciones ridículas sobre OVNIs que tienen por protagonistas a “venusianos”, “hombres verdes” y extraños seres monstruosos, hay otros testimonios que deberían ser tenidos en cuenta.
Es el caso de cierto californiano, comerciante de cereales, que aseguró haber visto un OVNI posado en la tierra y haber oído nítidamente a los tripulantes de la extraña nave expresarse en correcto alemán y no en un idioma marciano.
La reacción del gobierno estadounidense ante estas afirmaciones fue automática, intentando impedir una mayor difusión de esos datos; y así, a pesar de comprobarse que aquel hombre era sincero en sus manifestaciones y gozaba de una salud mental totalmente normal, se le apartó de la vida pública, fue internado en prisión y se procedió a eliminar todas las huellas de sus manifestaciones.
George Adamski no sufrió la misma suerte, pero fue porque afirmó haber contactado “simplemente” con venusinos... Y, sin embargo, los misteriosos diseños vistos por Adamski eran, indudablemente, cruces gamadas; lo que sucede es que él los relacionó con símbolos universales y ancestrales sobre Venus.
Expedición a la Antártida
Otro hecho que apoya la tesis del informe sobre el origen nazi de muchos OVNIs es la misteriosa expedición a la Antártida realizada por los alemanes en 1938 bajo el mando del capitán Ritscher. Su objetivo, tanto científico como militar, consistía sobre todo en conquistar un espacio de este inhóspito territorio.
Y así fue cómo el nombre del buque en el que se trasladaron los alemanes –Neu Schwabenland (Nueva Suabia)– fue puesto a una amplia zona de costa antártica que ningún gobierno germano de posguerra ha dejado de reivindicar.
Años más tarde, en uno de los momentos más encarnizados de la Segunda Guerra Mundial, Döenitz, el gran almirante de la Kriegmarine (Marina de Guerra) del III Reich, transmitió una misteriosa orden a las “fuerzas de reserva del último batallón” de submarinos, plenos de importantes misiones, de una tarea “especial adicional”. Respecto a los pormenores y detalles de sus instrucciones, nunca se ha podido saber nada con certeza y, hasta hoy mismo, permanecen en el más absoluto misterio.
Hay que tener en cuenta que, en aquellos días, la flota submarina alemana era la más perfeccionada de todo el mundo. Hay plena certeza de que se construyeron submarinos antisonar, de propulsión eléctrica, desmontables y veloces. También se sabe que existían proyectos para construir otros superiores incluso a los indicados, y está demostrado que el transporte masivo de hombres, víveres, municiones y miles de mercancías por vía submarina era totalmente posible y seguro para los alemanes. En realidad, el III Reich jamás interrumpió su contacto permanente con Japón ni con otros puntos del planeta.
Pero, ¿cuáles eran los verdaderos objetivos, estratégicos y militares de aquella potencia submarina? Algunos dicen que parecían ser otros muy distintos a ganar la guerra entablada en la superficie. Lo cierto es que los documentos capturados por los aliados, relacionados con la armada submarina alemana, durante la Segunda Guerra Mundial, sus misiones, tácticas, objetivos, etc., aún están bajo prohibición de consulta sin ninguna clase de justificación. “Aunque, sin duda –como apunta el informe que recibí– habrá una que los aliados y algunos más conocen”.
La misteriosa desaparición de cien submarinos
Algo que añade más misterio al asunto es que, hasta hoy, no se sabe el paradero de cerca de cien submarinos, prácticamente indestructibles por causas naturales. Los aliados han revisado bien sus hundimientos de submarinos alemanes y no les salen las cuentas.
Pero tal cantidad de submarinos “volatilizados”, sin dejar ningún rastro, representa una enorme flota. Además, no se trata de submarinos normales, ya que incluso buena parte de los mismos eran del tipo U-21, unos supersubmarinos fabricados en las postrimerías del III Reich y muy perfeccionados.
Así, los tipos U-21 y U-23 eran de gran tamaño, pero estaban construidos por módulos y podían desmontarse para ser trasladados. Los enormes submarinos mercantes del tipo U-10 tenían gran facilidad para transportar los módulos individuales destinados a construir los anteriores o para que navegasen, desmontados, en su propio seno.
La única explicación para este misterio supone en nuevas preguntas: ¿Serán estos barcos desaparecidos los “submarinos fantasmas” que, desde 1945, son vistos de vez en cuando en el mar? ¿Dispondrán, para esconderse, de bases especiales, protegidas e indetectables, tal vez en el seno de los eternos hielos polares?
Al menos existen fotos que permiten apreciar la identidad entre un “submarino fantasma”, oficialmente de “origen desconocido”, y un submarino alemán tipo U-23.
Una derrota inexplicable
Aprovechando el buen clima invernal antártico, en el invierno de 1946, recién acabada la guerra en Asia, llegó a la Antártida, bajo el mando del almirante estadounidense Richard Byrd, una importante flota estadounidense.
Esta expedición tenía como nombre clave High Jump (término deportivo inglés para designar el salto de altura). Después de una meticulosa y larga preparación, el convoy arribó a la Antártida en febrero de 1947; pero se dio por finalizada apresuradamente el día 3 de marzo de ese mismo año.
Y en este ínterin, según documentos militares, se perdieron de forma “misteriosa” varios aviones de combate y hubo “bajas” de marines. No se informó abiertamente, pero parece que actuaron fuerzas misteriosas que repelieron la presencia militar americana e hicieron imposible su asentamiento.
Tras cancelar la operación, repentinamente, el almirante Byrd comunicó a la prensa algo sumamente extraño y fuera de contexto: “Resulta una verdad muy amarga de admitir; pero en caso de un nuevo conflicto bélico, podremos ser agredidos por aviones que tienen la capacidad de volar vertiginosamente desde un Polo a otro. Se precisa tomar urgentemente adecuadas medidas de defensa para interceptar a los aviones enemigos que provengan de regiones polares. Especialmente interesa –y se precisa– circundar la Antártida de una zona de defensa y seguridad".
Podemos concluir, pues, que la invasión del territorio antártico alemán, la “Nueva Suabia”, deseado por Estados Unidos como un conveniente “botín de guerra”, aparentemente fácil de ocupar, resultó un rotundo fracaso; y es ridículo creer que éste se debiera a un ataque de “pingüinos asesinos”...
Los primeros vuelos espaciales fueron de los nazis
En 1958 se realizó una nueva expedición estadounidense a la Antártida; pero en esta ocasión portaban armas terriblemente eficaces, incluso nucleares. Llegaron allí en el frío y oscuro verano polar. En tres ocasiones –27 y 30 de agosto y 9 de septiembre– se lanzaron misiles atómicos contra el territorio de “Neu Schwabenland” (o “Nueva Suabia”), pero en ninguna de las tres ocasiones llegaron a tierra, sino que explosionaron –sorpresivamente– en pleno vuelo al aproximarse a la vertical de la costa.
¿Qué razón hubo para realizar aquellas empresas bélicas sobre la zona antártica? ¿Y para rodear todo este tema de misticismo, desinformación, descrédito y noticias falsas?
Un último hecho podría aclarar más este enigma: se conservan fragmentos de un informe alemán definitivo. Versa sobre una “misión suicida” que se llevó a cabo con un único Haunebu-3 que se llegó a construir: ¡un vuelo a Marte!
El Haunebu-3 tenía 71 metros de diámetro. Matemáticamente se calculó su capacidad de autonomía con propulsión electrogravitacional y resultó ser de 75.274.000 km, es decir, que cubría la distancia Tierra-Marte. Pero después el impulsor electrogravitacional quedaba inoperante porque lentamente se ligaba a los metales que entonces se pudieron utilizar en su construcción.
Un viaje en tales condiciones significaba, en consecuencia, un viaje a lo desconocido; y lo más probable, sin posibilidad alguna de regresar para la tripulación, compuesta por alemanes y japoneses. Pero así se decidió –según el informe mencionado– en el departamento E-4 de la SS, en la primavera de 1945; aunque fuese un postrer acto de sacrificio.
Tras zarpar, según el informe, el cohete navegó durante ocho meses y medio alcanzando la superficie de Marte, como estaba previsto, a mediados de enero de 1946. Al parecer, no hubo problemas en el viaje, pero se piensa que con el propulsor electrogravitacional prácticamente agotado, la extremadamente tenue atmósfera marciana y la atracción gravitatoria, el aterrizaje de la nave no debió ser suave. Aún así no hay seguridad de que fuese un aterrizaje forzoso, porque –siempre según el informe– llegó con la energía mínima suficiente para contrarrestar la relativamente leve fuerza de gravedad marciana.
Lo cierto, en cualquier caso, es que por ahora sólo podemos especular sobre aquella empresa espacial pionera y el destino de aquellos anónimos primeros cosmonautas. Y es que, por increíblemente fantástica que pueda parecer esta historia, es un acontecimiento contrastado, aunque, eso sí, celosamente ocultado al público.
¿Cabría la posibilidad de que la tripulación del Haunebu-3 encontrase algo más de lo que las actuales sondas no tripuladas han descubierto para nosotros, como verdaderos restos de cultura o incluso refugios subterráneos habitables? Imposible saberlo. Aunque lo más probable, todo hay que decirlo, es que el Haunebu-3 esté hoy sepultado bajo metros de arena marciana.
¿Hay bases nazis en la Luna?
El informe vienés se refiere también a extrañas fotografías de OVNIs tomadas desde naves espaciales... A una nave tipo Haunebu-3 aproximándose desde la Luna a la Tierra..., a una enorme y extraña letra “S” trazada sobre el suelo lunar... ¿Podría –se pregunta el informe– ser la inicial del término militar alemán Stützepunkt o “punto de apoyo”? ¿Puede tratarse de simples alucinaciones cuando estamos ante un insobornable y neutral material fotográfico?
El informe concluye considerando que todo esto, por supuesto, son hipótesis difíciles de creer y hasta de concebir, aunque si observamos en conjunto el mosaico y los hechos que se complementan, unos con otros, ello nos lleva, por una lógica elemental, a reflexionar sobre el conjunto del tema y muchas piezas aisladas pueden convertirse en pruebas irrefutables.
Es el caso de los esquemas de platillos volantes alemanes, extraídos del Tomo 1º del libro Deutsche Flugscheiben und U-Boote überwachen die Weltmeere, de O. Bergmann (Editorial Hugin e.V.S., Postfach 13, 5802 Wetter 1, Alemania).
Borrando todo rastro
Se sabe, desde luego, que a principios de mayo de 1945 todos los centros alemanes de investigación aeronáutica recibieron la orden de Adolf Hitler de destruir toda evidencia sobre proyectos y armas secretas en desarrollo. Ya en aquella época los alemanes eran poseedores del cohete A-9, capaz de mantener a un astronauta en órbita permanentemente en torno a la Tierra.
Según otra información divulgada, al final de la Segunda Guerra Mundial, estaba también muy avanzada –en los laboratorios subterráneos secretos de Breslau– la construcción de cuatro prototipos de discos volantes, que formaban parte del programa Vergeltungswaffen (armas de represalia).
Se dice que, en los últimos momentos, cuando los rusos presionaban por el frente del Este y los estadounidenses avanzaban por el Oeste, mientras Hitler y sus íntimos colaboradores se guarecían en el búnker berlinés, se embarcaron todos los planos y prototipos secretos de Breslau en un submarino que zarpó de Kiel con rumbo desconocido. ¿Arribó el sumergible a algún lugar secreto de América del Sur? ¿Llegó a la Antártida? ¿Continuaron los trabajos iniciados en Breslau en algún lugar ignorado?
Si así fuera, tendríamos una explicación para esos OVNIs tripulados por hombres altos y rubios vistos, particularmente, poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial.
Claro que ello no explicaría el avistamiento de todos los casos de OVNIs. Porque ya los textos evangélicos hablan de misteriosas ruedas de fuego girando en el espacio y, a lo largo de toda la historia humana (edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea), encontramos innumerables relatos sobre OVNIs, como puede comprobarse leyendo cualquier tratado al respecto. Los UFO-NS, los OVNIs nacionalsocialistas, podrían ser la explicación de fenómenos recientes y no de todos. Pero, ¿y anteriormente?
Podríamos pensar que la técnicas nazis coincidieron, en mayor o menos medida, con visitas de otras civilizaciones superiores ¿extraterrestres?, ¿intraterrestres? O que los nazis las hubieran obtenido de esas civilizaciones.
Se sabe que Hitler creía en la teoría de que la Tierra es hueca y que hizo esfuerzos por entrar en contacto con ese mundo intraterreno a través de comunicaciones subterráneas. Y el cada vez mayor convencimiento de que existen aberturas polares que a él conducen, hace también pensar en la posibilidad de que la expedición Ritscher llegara a descubrirlo.